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José Carlos Mena Sánchez

Licenciado en Derecho, aficionado a la historia y, a lo largo de su trayectoria profesional, ha trabajado varios años en la banca privada y ha ejercido como Procurador de los Tribunales.

Ha trabajado 11 años como Orientador profesional, tanto en el Ayuntamiento de Arahal (Sevilla) como en la empresa privada. En la actualidad es funcionario interino de la Junta de Andalucía, perteneciente al cuerpo de Administradores Generales. Sociable, acostumbrado a buscar soluciones y de rápido aprendizaje.

Gracias a su trabajo como orientador profesional, adquirió experiencia en temas como motivación, superación y desarrollo personal, conceptos que ha procurado transmitir siempre en sus escritos; además adquirió vastos conocimientos sobre el empleo 2.0, y sobre la influencia de las redes sociales en la búsqueda de empleo.

Ha dado charlas y conferencias sobre motivación, superación, resiliencia y Desarrollo personal, tomando el ENTUSIASMO y la SONRISA COMO la mejor forma de disfrutar la vida. Además siempre intenta dar a conocer historias de héroes y heroínas de carne y hueso, ejemplos reales de que si se quiere, se puede. ¡Se hace camino al andar!

Escritor y Autor de Libros

Escritor y Autor de los libros: «Sueños de lo Cotidiano» (Poesía), «Entusiasmo, La Recta. Hazle cosquillas a la vida» (Motivación), «Piedras en el Camino. Camina sonriendo, sonríe caminando» (Desarrollo Personal) y «La Artillera» (Novela Histórica)

Le apasiona escribir, contar detalles de la vida y trazar versos de la nada. Y sobre todo le encanta la Historia de España, esas pequeñas hazañas que han pasado desapercibidas y que pusieron los cimientos de un imperio. Episodios del ayer que merecen ser rescatados.

Ha sido, durante 3 años, colaborador de la web de literatura internacional Letras & Poesía

El Proyecto

“Sonrisas en el Camino” surgió como una iniciativa para ayudar a la gente a sonreír, a hacerle cosquillas a la vida y saber disfrutar de los buenos momentos del camino que, aunque sean pocos, son buenos e intensos.

Ante la tristeza que me observaba a mi alrededor, ante la crisis que lo invadía todo y consumía las almas, empecé a poner un punto de alegría, un visión optimista de la vida para evitar el hundimiento total.

Las desgracias vienen solas, sin ser llamadas y en cualquier momento. Y no podremos hacer nada para evitarlo. Pero sí podremos actuar en la forma de afrontar nuestro sendero, el sufrimiento y la carga que transportamos. Ahí entra en liza “Sonrisas en el Camino” y la intención con la que empezó todo.

El Blog

A continuación, de manera autodidacta, di el salto al blog y empecé mi andadura en blogger

Me costó dar un con nombre llamativo, con el que diría muchas cosas. Sonrisas de un camino lleno de piedras, momentos de luz del sendero espinoso. Ahí estaba: “Sonrisas en el Camino”.

Más de dos año he estado con el blog, creciendo con él, compartiendo mis historias, dando a conocer a verdaderos valientes de la vida, invitando a los lectores a que disfruten de los pequeños placeres que tenemos, a que caminen y se atrevan a sonreír. El entusiasmo es la base de todo progreso.

El blog era seguido desde todos los rincones del mundo: EEUU, México, Argentina, Rusia, Canadá, Alemania, etc. Y me invitaban a continuar en la búsqueda de esos tesoros inmensos que, muchas veces, hacemos que pasen de largo.

Pues aquel espacio se me quedó pequeño también y aquí me encuentro estrenando nuevo espacio, nuevo sitio de encuentro, nuevo foro de sonrientes historias que nos pondrán la lágrima en el corazón, el repeluco en el alma y nos empujará a vivir con intensidad el camino. Porque, y os pregunto ¿Sabéis lo que son sonrisas?

Una sonrisa es algo más que una bienvenida universal que transmite buena sintonía. Sonrisa es un guiño de pasión y entusiasmo, un gesto de alegres pasos sobre un sendero lleno de posibilidades. La Sonrisa es el traje que te viste, los zapatos que calzas con tu actitud ante lo que está por venir.

Las sonrisas de nuestro camino son los diamantes por descubrir, las gotas de néctar por saborear, las perlas que engarzar en el collar de nuestras vivencias. Sonrisas es el paisaje que contemplas mientras disfruta de la compañía apropiada. Si miras bien a tu alrededor, descubrirás muchas sonrisas que te harán sonreírle al mundo y no perder el tiempo.

Y la sonrisa también está presente en la pasión por la historia de España, en ese modo de descubrir protagonistas ocultos que contribuyeron a cimentar los pilares de un imperio, hombres y mujeres excepcionales, hechos extraordinarios y momentos que no debemos olvidar. Una historia inmensa que merece ser rescatada, disfrutando con cada detalle, con cada descubrimiento, con cada viaje de exploración y con cada hazaña.

Pues eso, ahora, después de otro cambio y debido a la gran influencia que ha tenido esa pasión, Sonrisas en el Camino, es un espacio repleto de Poesía, reflexiones, muchos relatos sobre la Historia española y pequeñas perlas de literatura para hacer el camino más fácil, para sonreír a la vida y dar pasos hacia el horizonte.

Chaplín decía: “Nunca te olvides de sonreír porque el día que lo haces es un día perdido”. Así que no pierdas más días y sonríe a la vida, cultivando tus pasiones, levantándote después de cada caída y sonriendo al mundo.

La sonrisa es mucho más que un gesto amable. Está cargado de significado, de psicología positiva y actitud valiente. El Dalai Lama decía: “Considero una sonrisa como algo único en el ser humano. Una sonrisa es también una poderosa comunicación. Una sonrisa sincera es la expresión perfecta del amor y la compasión humanas”

En definitiva esta web pretende ser un espacio de motivación, poesía, literatura y psicología positiva, dónde los héroes y heroínas de carne y hueso vendrán a poner el punto de inflexión en nuestros caminos, dando ejemplo de valentía y marcando el sendero para disfrutar de la vida.

Ya sabes, ¡Entusiásmate!, sonríe a la vida y disfruta del camino que te ha tocado transitar. Todo está en la actitud que demuestres y en la forma de tomarte lo que te llega. Y nunca te olvides de sonreír, aunque sólo sea una sonrisa triste, porque más triste que la sonrisa triste, es la tristeza de no saber sonreír.