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Películas del Oeste

En las películas del oeste americano, hemos visto mucho sobre cómo, en extensas y áridas llanuras, los valientes y aguerridos indios, denostados por los yanquis, casi aniquilados en la actualidad, montan hábilmente sobre robustos caballos, denominados “mustangs” por los anglosajones. Hombre y animal, en aquellas época de tribus nómadas, formaban un todo, pues el caballo, en la cultura india, era adorado y anhelado, esencial. Sin caballo no eras nada.

Pero ¿de dónde salieron aquellos caballos cimarrones si se extinguieron en Norteamérica a finales del pleistoceno? Pues aquí entran en juego los conquistadores españoles que llevaron esos primeros caballos al nuevo mundo. Es cierto que Hernán Cortés, al desembarcar en Yucatán llevó los primeros caballos (solo 16) pero aquellos no influirían para nada en el norte, pues no serían antecesores de los mustangs.

Caballos mesteños

Los padres de los mustangs

Los padres de los caballos amados por los indios sí pueden considerase aquellos cientos que llevó el explorador y conquistar Juan de Oñate, en su expedición mítica hacia Quivira. Un camino largo, en tierra lejana, por desérticos paisajes y con tribus hostiles. Familias enteras, rebaños de ganado, soldados y sobre todo caballos, muchos caballos. Era fundamental para salir airosos del envite, de la aventura.

Y durante aquella larga caminata, donde cualquier detalle era determinante para perder la vida o alargarla, fueron perdiéndose caballos. Unos se perdían por las praderas, otros eran robados por los indios en el Camino Real, que jamás habían visto un animal igual. Sí, eran altamente codiciados, pues vieron sus enormes posibilidades a la hora de desplazarse a otro lugar o de acometer un ataque, así que cuando podían, que era a menudo, robaban caballos. Y aunque no sabían montarlos al principio, fueron acostumbrándose a su presencia y aprendieron a montarlos con mucha soltura, ¡vaya si aprendieron!

Juan de Oñate

Aquellos primeros caballos, llevados por el atrevido Juan de Oñate sí fueron los padres de los mustangos o mesteños (o mestengo). En la inmensas llanuras norteamericanas, sin depredadores, se multiplicaron por rapidez y formaron enormes manadas. Animales de pequeña alzada, robusta apariencia, perfil clásico, con cuello grueso y crin abundante. Así, poseían unos duros y resistentes cascos, cuestión crucial para desplazarse por aquella dura y abrupta tierra, poder trasladar el campamento a otro lugar o cazar con mayor seguridad.

Los mustangs o mesteños, los caballos adorados por los tribus indias norteamericanas, tuvieron su origen en los caballos andaluces o hispano-árabes que llevó Juan de Oñate por aquellas tierras. Un valioso animal que cambió para siempre el modo de vivir de aquella gente. Otra huella más de España en los EEUU.

A principio del siglo XX las manadas de mesteños fueron un problema y se decretó su caza para regular su número. En 1971 el Congreso de los EEUU, tras una merma considerable de caballos, aprobó una ley para declarar el mustango especie protegida. Os recomiendo la película, «Océanos de Fuego» de Viggo Mortensen, pues realiza un gran homenaje a estos caballos

Para saber más sobre el asunto de los caballos mesteños, sobre los exploradores españoles y sobre la épica expedición del adelantado Juan de Oñate os aconsejo los siguientes libros:

  • BANDERAS LEJANAS: LA EXPLORACIONCONQUISTA Y DEFENSA POR ESPAÑA DEL TERRITORIO DE LOS ACTUALES ESTADOS UNIDOS de Carlos Canales y Fernando Martínez Laínez
  • EL ADELANTADO JUAN DE OÑATE, de Álber Vázquez

Juan de Oñate