Navidad, de nuevo navidad; sí, la época donde conmemoramos el nacimiento que cambió el mundo, hace más de 2000 años, una alumbramiento, un mensaje de Esperanza y mucho amor, ingredientes que necesitamos más que nunca en esta sociedad fría, inhumana, que lacera la razón con pantallas vacías de contendido y donde la imagen es más importante que el alma. Cimientos para una convivencia, para la unión y para la solidaridad, para ser buenos cristianos y olvidar el egoísmo que nos lastra, como una pesada loza que está sepultando nuestros anhelos.

¿Qué mejor mensaje se da que desear Feliz Navidad? Una llegada, un nacimiento, la entrega, la luz para la humanidad, la bondad y el amor infinito. La humildad en el pesebre de nuestra vida, la ilusión en una estrella que ilumina el camino de la verdad y la venida del Dios hecho hombre para tocarnos el corazón, para dejar grabado a fuego una palabra de salvación. ¡Habrá deseo más bonito! ¡Habrá mensaje con mejor intención! ¿De verdad ofende eso?

Navidad, sí, Navidad, sin ambages ni miramientos, sin solsticios impostados, sin artificios inventados ni ofensas absurdas. ¡Me niego a llamarlo de otra forma! ¡A desear  inventos ni mentiras! Navidad, solo Navidad, de belenes y nacimientos, de Reyes Magos de Oriente y hermosos sentimientos. La época en la que celebramos la llegada del gozo, de la inocencia, de la caridad y la alegría, con villancicos que rozan el aire con el deseo sincero de la inocencia y la armonía

Es el momento de poner tu fe en el día a día, en la calidez de la amistad y la fortaleza de la familia; momento de abandonarnos al espíritu con la emoción que trae el viento, con la música que se desprende del portal, siguiendo a la estrella en el firmamento. Una letra escogida, un abrazo sincero, un deseo de corazón y una espera que se termina con la llegada de Dios, ese que solo nos entregó AMOR, dando su vida por nosotros. ¿Hay algo más grande?

Y de nuevo, con el latido que sale de dentro, con mis mejores pensamientos, con júbilo y devoción, os deseo una Navidad colmada de bendiciones, que la luz brille siempre en vuestro interior, que siempre os guía la Esperanza, que vuestra fe sostenga el corazón, que el mundo lata al unísono con la paz que trae el Señor y que confíes siempre en su espíritu, que se cimenta en el Amor. Aquí os regalo un pequeño poema.

En la espera incierta del corazón,

en la dicha gozosa del anhelo,

con la humildad en nuestra oración,

un pesebre que alumbra la pasión

con la Esperanza que viene del cielo;

pues en un portal nace el niño Dios.

Navidad de canciones y recuerdos,

de villancicos, familia y emoción,

un mensaje de tierna ilusión

para compartir la sonrisa de los abuelos,

Porque en el Belén nació el Salvador,

y se alegra el alma entre desvelos,

el Rey de reyes nos entrega su amor,

que ya se cumplieron los sueños,

¡Alabado sea por siempre el Señor!

¡Bienaventurados sean los hombres buenos!

FELIZ NAVIDAD

Y para ponerle música a mis deseos, para pintar los sentires del alma y destrabar las puertas del cielo, aquí os dejo el villancico «Arahal en Navidad» interpretado por la Agrupación Musical Santa María Magdalena. Una ilusión conmovida, una melodía para el recuerdo, Alma de Dios compartida y el latir de todo un pueblo