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El imperio español detiene su conquista

¿Qué imperio, antiguo o moderno, ha detenido su avance y su conquista para cuestionarse si lo estaba haciendo bien o mal? ¿Acaso los romanos se cuestionaron su métodos, caminos y conquistas? ¿Acaso los mongoles, los otomanos, los persas o los chinos? ¿Quizás los ingleses, americanos o franceses? Nadie, absolutamente nadie, ningún imperio, en su expansionismo, sea antiguo o moderno, ha detenido su labor y se ha cuestionado. Solo uno rompió la regla,  solo uno detuvo su maquinaria para debatir el objetivo, el modo y los métodos: el Imperio Español, el imperio más poderoso del mundo se detuvo para preguntarse ¿tenemos derecho a hacerlo?

Sí, digo bien, literalmente, por orden de Carlos I, se detuvo la conquista del Nuevo Mundo y eso ocurrió con la Controversia de Valladolid, entre 1550 y 1551. Un debate único en el mundo que surgió en torno al trato que debían recibir los naturales de las nuevas tierras conquistadas. Isabel la Católica había puesto las bases de los derechos humanos al ordenar del trato igualitario de aquellos habitantes pero la cuestión es que aquella empresa era demasiado grande, los territorios inabarcables y los habitantes muy numerosos. Algo de desmadró.

Escuela de Salamanca

Ante aquella tesitura, y siempre bajo el amparo de la afamada Escuela de Salamanca, una de las corrientes de pensamientos más avanzadas de su época, que había seguido las enseñanzas del catedrático y humanista Francisco de Victoria, uno de sus fundadores, con respecto al derecho de gentes, se produjo un debate abierto sobre el trato que debían recibir los naturales de aquellas nuevas tierras. Por una lado estaba Juan Ginés de Sepúlveda y por el otro Fray Bartolomé de las Casas.

Francisco de Vitoria

Ginés de Sepúlveda´, afamado historiador, jurista y filósofo, mantenía las enseñanzas de Aristóteles al sostener que «algunos hombres nacen para mandar y otros para obedecer«. En cambio, De las Casas sostenía que «todos los pueblos del mundo son hombres, tienen su entendimiento, su voluntad y su libre albedrío«. Francisco de Vitoria, como hemos dicho, contribuyó con su derecho de gentes pues mantenía que «todos los pueblos son por naturaleza libres y ninguno pues ser domina sin causa justa» a que la visión se trasladara, afianzando las leyes de indias y el trato igualitario de los naturales. Aquel debate, aquella controversia sirvió para actualizar las Leyes de Indias, aquellas incipientes intenciones de protección dadas en los prolegómenos de la conquistas.

Las Ordenanzas de Felipe II

Tras la Controversia de Valladolid, además de crearse la figura del Protector de los Indios, se frenó la conquista y se regularizó, de tal forma que de avanzadilla, en un nuevo territorio, iban los religiosos con la idea de evangelizar y enseñar a los nuevo habitantes nuevas técnicas de agricultura y ganadería, además de la escritura. Cuando estos religiosos, vanguardia del imperio, afianzaban y convenían con los habitantes del lugar, llegaba la fuerza militar y el resto de civiles para fundar ciudades y seguir el proceso civilizador.

Incluso las Ordenanzas de Felipe II el 13 de julio 1573, de Descubrimiento Nueva Población y Pacificación de la Indias llegaron a prohibir nuevas conquistas. El monarca daba instrucciones claras a los Virreyes, Presidentes de las Audiencias y gobernadores con respecto de las tierras que estaban por descubrir y poblar, conminándolos a hacerlo de manera fácil y suave, siempre al servicio de Dios y sin obcecarse en la guerra ni en la conquista. A partir de la Controversia de Valladolid todo había cambiado, incluso surgió el moderno derecho de gentes para ese trato igualitario entre súbditos de la corona española, de uno y otro hemisferio.

Ordenanzas de Felipe II

La huella hispana por el mundo

De ahí que es bueno que se busque información y se compare el proceso de colonización de los ingleses y franceses, con el español, llevando el derecho, el renacimiento, el arte y la ciudades (universidades, audiencias, catedrales, hospitales, acueductos, monasterios y un sin fin de monumentos que aún hoy perduran) ¿Fueron lo mismo? No, unos repartían mantas infectadas de viruelas, los otros llevaban la vacuna por el mundo, evangelizaban y convivían con las tribus autóctonas. Y para muestra, la huella hispana por el mundo.

Os invito a investigar y a estudiar la Controversia de Valladolid, La Escuela de Salamanca, Francisco de Victoria, Fray Bartolomé de la Casas y Ginés de Sepúlveda. Os animo a profundizar más, a seguir el camino y la huella, ss sorprenderá nuestra gran historia. Leed y difundid, investigad y enseñad. Que no se pierda nunca y empecemos a estar orgullosos.