Empezando el día
Ansia irrefrenable que se agita intranquila y una lucha sin cuartel por poner un pie en el suelo. Primeros pasos que pesan como el plomo y una nube en los ojos que todo lo cubre.
No atiendo a razones, ni a sonidos estridentes ni a las advertencias del minutero impaciente. Mis movimientos, aprendidos y automáticos, trazan la ruta apropiada y sigo por el pasillo en penumbra. Un tropiezo impertinente y una queja postrera, que rompe la madrugada:
- Maldito bloque de construcción –musito entre dientes, acordándome de mis hijos, mientras trastabillo, intentando encontrar el interruptor de la luz.
Como sonámbulo me dejo guiar por la visión, por el aroma expectante y el color de su piel, y mantengo el rumbo que me dictan mis sentidos aletargados. Nada me puede detener pues es necesaria la rutina y el aderezo.
Llego mientras bostezo mi pereza, deseoso de poner en marcha la maquinaria. Un botón mágico, una cápsula revitalizante y una espera inquieta que culmina con el sorbo intenso de vida en una nueva mañana.
- No hay nada como un café cargado para espabilarse –digo, mientras saboreo mi momento del día, el instante sosegado cuajado de sabor y energía.
Hola José Carlos.
Un amanecer con el aroma y sabor de un buen café, para empezar el día con energía.
Un abrazo.
Totalmente, ese aroma a café recién hecho revitaliza cuerpo y alma. Un abrazo amiga
Y felices de tener un nuevo día. Hermoso, José Carlos. Abrazo.
PUes sí, felices de empezar a caminar de nuevo, de comenzar algo. Me alegro que te guste. un abrazo amiga
Me encantaa, aunque me gustan todos…
Y si tomandote el cafe, lees esto, seguro el dia promete…
Gracias J.Carlos por tus letras.
SALUDOS
Gracias Ana Mari por tus palabras. Y ese café hace milagros. Gracias siempre a ti por leerme. Un abrazo
Comparto ese gusto por el café, en mi caso sosegado y tranquilo los fines de semana en los que el desayuno es un placer. Sin embargo entre semana, le soy infiel al café con las prisas matutinas. Un abrazo.
Pues sí amigo, entre semana se saborea con rapidez, apenas se percibe, pero el del fin de semana, nos tomamos su tiempo, para espabilarnos con energía y tomar el pulso al nuevo amanenecer. Gracias por todo. un abrazo