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Ayer día 30 de enero se celebró «el día escolar de la no violencia y la paz» y hoy, precisamente, Sonrisa en el Camino lleva un año caminando con sus nuevos zapatos. Por todo ello estoy de celebración y quiero hacer un homenaje a la paz y a la sonrisa, al entusiasmo del alma y a la serenidad de la mirada. Quiero y deseo que la gente disfrute del paisaje, en cívica convivencia y buena sintonía. Os transmito mis sentimientos, repletos de ilusiones y os dijo que jamás perdáis vuestros deseos, que siempre miréis a la vida sonriendo y que demostréis el compromiso necesario para hacer vuestro sendero.

Haced caso a Shakespeare cuando decía: «Es más fácil conseguir lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espada». Pero nunca perder el norte ni dejad de ser vosotros mismo. Os habéis ganado el respeto y la dignidad, y tenéis que ir por la vida orgullosos de lo que habéis logrado. Os dejo un pequeño cuento para reflexionar. Feliz día y que nunca os falte el AMOR.

La serpiente que dejó de silbar

Una serpiente había mordido a tantos habitantes de la aldea que eran muy pocos los que se atrevían a aventurarse en los campos. Pero era tal la santidad del Maestro que se corrió la noticia de que había domesticado a la serpiente y la había convencido de que practicara la disciplina de la no violencia.

Al poco tiempo, los habitantes de la aldea habían descubierto que la serpiente se había hecho inofensiva. De modo que se dedicaban a tirarle piedras y a arrastrarla de un lado a otro, agarrándola por la cola.

La pobre y apaleada serpiente se arrastró una noche hasta la casa del Maestro para quejarse. El Maestro le dijo:

  • Amiga mía, has dejado de atemorizar a la geste y eso no es bueno.
  • Peri si fuiste tú quien me enseñó a practicar la disciplina de la no violencia.
  • Yo te dije que dejaras de hacer daño, no de silbar

¿Os ha gustado la fábula? ¿Qué conclusiones sacáis? Espero vuestro comentarios al respecto. Mientras tanto, nunca dejad de silbar pero renunciad a la violencia pues con una sonrisa se consiguen más cosas que con la fuerza.