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Curiosidades de la Historia

Curiosidades de la historia, pasajes poco conocidos y detalles para recordar. Pero antes de entrar en faena, primero tenemos que ponernos en antecedente. Y esto nos lleva hasta el cuarto viaje de Colón, que comenzó el 3 de abril de 1502.

 

Después de explorar la costa atlántica de Centroamérica, decidió poner rumbo a La Española pero la mala fortuna hizo que la expedición fuese sorprendida por una enorme tormeta que hizo peligrar la misión. Colón, viendo el cariz del asunto, se desvió hacia Jamaica, desembarcando en la playa de Santa Gloria en junio de 1503.

 

Al comprobar el enorme daño de los cascos de las naos, decidieron fundar un pequeño fuerte con el resto de las embarcaciones y entablar relaciones amistosas con los nativos, con los que iniciaron un trueque necesario. Baratijas por alimentos.

 

Colón en Jamaica

Después de meses en las mismas condiciones, donde los indígenas comprobaron que los extranjeros no daban nada a cambio de comida, se negaron a suministrarles más víveres. Pero aquí Colón, con sus conocimientos astronómicos y sirviéndose del libro “Almanach Perpettuum” (1478) del astrónomo sefardita Abraham Zacuto, anduvo con astucia y picaresca.

 

El almirante sabía que el 29 de febrero de 1504 habría un eclipse y amenazó a los nativos diciéndoles que si, no les suministraban más víveres, su Dios ocultaría la luna esa misma noche. Los nativos, al ver el prodigio, cambiaron de parecer y empezaron a llevarles comida sin protestar y sin pedir nada a cambio.

 

Posteriormente, Diego Méndez, junto con 7 hombres, gracias a una canoa con remos suministrada por los indígenas, se aventuraron en el mar para conseguir ayuda. Este episodio ya lo relaté en los   Héroes del cuarto viaje de Colón.

 

Fundación de Villa de la Vega

Una vez rescatados los supervivientes de aquel viaje, después de todas las peripecias, en 1508 Diego Colón, hijo de Cristóbal y cómo gobernador de La Española, ordenó colonizar Jamaica. En 1509 se fundaría un primer asentamiento en el mismo lugar de aquel primer fortín levantado por su padre, y fue bautizado como Sevilla la Nueva. Pero, a pesar de los esfuerzos por continuar en el lugar, la zona pantanosa y los manglares, lo hacían inviable. Lo abandonaron, viajaron más al sur y fundaron la “Villa de la Vega” (Spanish Town para los ingleses) que fue capital de Jamaica hasta el siglo XIX.

 

Villa de la Vega, a lo largo de su andadura, recibió varias visitas de los corsarios holandeses, franceses y, sobre todo ingleses, que al servicio de Isabel I de Inglaterra hacían de las suyas por las aguas del caribe. La convivencia y la tranquilidad se quebraban al momento en aquella ciudad de Jamaica.

 

Una de aquellas visitas armadas con intenciones aviesas, en las que se pretendía robar, masacrar y expoliar, fue la protagonizada por Christopher Newport, alumno del corsario Francis Drake, que se había ganado el favor de la reina, y de su sucesor el rey Jaime I, al apresar un barco portugués cargado con enorme botín de especias y piedras preciosas.

 

Encuentro de los ingleses con las reses bravas

Así, el confiado Christopher Newport se presentó con una flota entera en las costas de Jamaica. Al comprobar la escasa defensa de la Villa de la Vega, no procedió al cañoneo de la ciudad sino que desembarcó a la mayor parte de sus tropas para hacerse con la ciudad. Aquel desprecio del enemigo le costó caro.

 

Los defensores, y al mando el gobernador Fernando Melgarejo de Córdoba, reunieron todas las reses que había y, ayudados de teas ardiendo, las azuzaron contra los ingleses. Estos al ver venir una gran manada de toros hacia ellos, salieron huyendo provocando un gran caos. El ejercito invasor, desbaratado, tal y como vino, se marchó y el orgulloso Christopher, que había subestimado al rival, salió con el rabo entre las piernas.

 

Otra curiosidad más de nuestra gran historia. Espero que os haya gustado

Pirata Christopher Newport