Mujeres en la conquista del Nuevo Mundo
Las mujeres fueron grandes protagonistas en el descubrimiento, conquista y posterior colonización del Nuevo Mundo. Pasos gigantes en aquel siglo XVI que cambió la faz de la tierra, creando ciudades y ampliando las fronteras del imperio español.
Y todo se empezó a forjar con Hernán Cortés y la conquista de Tenochtitlán. Propios y extraños, hombre y mujeres, y más tras la expedición de Pánfilo de Narváez, se pusieron manos a la obra siguiendo al conquistador extremeño. Y he dicho bien, hombre y mujeres, ahí tenemos los casos de Isabel Rodríguez o María Estrada. Hubo muchas más según las crónicas que quedaron escritas, sobre todo por Bernal Díaz del Castillo.
Y ellas fueron el principio de aquel periplo, de aquella aventura sin igual, de aquella cimentación necesaria para prolongar España en las nuevas tierras y que fueran las provincias de ultramar. Aventureras, enfermeras, soldados, científicas, doctoras y navegantes, grandes mujeres para una gran historia.
Beatriz de Palacios, la Parda
Hoy me quiero detener en Beatriz de Palacios, conocida como “La Parda” por su color de piel pues resulta que era mulata, negra o afrodescendiente, la primera en establecerse en las nuevas tierras conquistadas. Y estaba casada con Pedro de Escobar (recordar que el matrimonio interracial estaba permitido en España desde 1514).
Beatriz fue una mujer valiente, que se adaptaba a los tiempos y a las circunstancias. Participó notablemente en la conquista del imperio mexica y de su capital. Pero ¿cómo llegó hasta allí? Pues con la expedición de Pánfilo de Narváez, en 1520, que fue mandada para detener a Cortés y que este descubrió a tiempo, convenciendo a sus miembros para que se unieran a su empresa.
Con entusiasmo y ardor guerrero no se limitó a ser acompañante de su marido, sino que participó de forma activa en la conquista, demostrando un gran valor en el campo de batalla donde destacó por su enorme habilidad. A parte de luchar y ejercer de soldado desempeñó diversas tareas como enfermera, armera o cocinera.
Una luchadora nata
Y como hemos dicho luchó, ¡vaya si luchó! En la fatídica noche triste, donde las tropas españolas sufrieron una dolorosa derrota al huir de Tenochtitlán, ella se destacó notablemente, armada con una espada y una rodela, protegiendo a sus camaradas, dando cobertura al resto de los soldados y dando tiempo para salvar al mayor número posible bajo el feroz ataque de los mexicas. Rechazó a los enemigos, protegió a los heridos y defendió el sitio con valor y coraje. Posteriormente, cuando Cortés de rehízo y los soldados españoles se recuperaron de sus heridas, participó en la hazaña de conquistar la capital mexica.
El famoso hispanista H. Thomas en su obra “Quién es quién de los conquistadores”, hablando de Beatriz de Palacios, dice:
“con Narváez, [era] muger de Pedro de Escobar, parda [existen historiadores que equiparan esta condición social-“racial”, con mulata, aunque existen otros que aluden a la variante de negra, mestiza, mulata… libre o/y esclava], tan singular (…) que mientras su marido se posava hacia en el cuerpo de guardia la posta por el ensillava el caballo i peleava al lado de su marido”
Poco se sabe de su vida después de la conquista de Tenochtitlán, tan solo que se estableció con su marido en alguna isla del Caribe y allí pasó el resto de sus días. Ejemplo de valentía, de integración, de mestizaje, de importancia que debemos dar a conocer pues la mujer siempre ha sido protagonista y la historia de España tiene grandes heroínas, guerreras y luchadoras, que han puesto su grano de arena.
Sirva este pequeño escrito como homenaje.
Efectivamente, José Carlos, viene bien recordar estos acontecimientos pues parece que nunca han existido. Ello no va en contra del derecho inalienable a defender la igualdad de género ahora y siempre, pero la evolución manda y hoy en día la fuerza «bruta» ha dejado de ser prioritaria y el desarrollo del cerebro que nos lleva a la reflexión de pensamiento, se ha establecido sin distinción de credo, raza y género, para y por el bien de la sociedad.
Pues sí, querido amigo, tienes razón. Con independencia de que debemos difundir nuestra historia porque es nuestra, es inmensa y debemos sentirnos orgullosos, debemos luchar por esa igualdad. Pero con una máxima, nunca se debe juzgar la historia con las gafas del siglo XXI. Ya en el descubrimiento y conquista de América había mujeres y tuvieron mucho protagonismo, y eso debemos sacarlo a la luz, ya en el siglo XVI. Gracias por tus palabras, siempre acertadas. Un abrazo
Wow, no me sabia esa historia. Gracias por compartir
Hola, me alegro que te haya gustado. La historia de España es inmensa, repleta de personajes apasionantes, de momentos increíbles. Todos tenemos que contribuir a sacarlos a la luz y difundirlos. Un cordial saludo