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«No hay un pedazo de tierra sin una tumba española»

A lo largo de la historia de España, aparecen personajes de repente que toman relevancia con el paso de los años. Anónimas figuras, escuderos de lujo, avezados espadachines y osados aventureros que buscan su oportunidad en cualquier rincón del planeta.

Pues no solo fueron ni estuvieron los Hernán Cortés, Pizarro, Colón, Elcano, Urdaneta, Blas de Lezo, Luis de Córdova o Churruca, sino que también, en aquellos épicos episodios que siempre quedarán en la memoria, fueron protagonistas otros marineros, soldados, artilleros, indígenas, reyezuelos y capitanes que contribuyeron a engrandecer la historia.

Así como otros personajes que se enrolaron en viajes a lo desconocido o se hicieron a la mar y perecieron en el intento, buscando una mejor vida, nuestro protagonista, sin saber cómo, apareció al otro lado del mundo, en los confines de la tierra. Sabemos que nació en Calzada de Calatrava, pero poco más hasta que apareció en extremo oriente.

Blas Ruíz

Blas Ruíz de Hernán González, de Calzada de Calatrava

Un aventurero de Calzada de Calatrava

Sí, según nos cuentan las crónicas, el soldado español, Blas Ruíz Hernán González, junto con su inseparable compañero de armas y aventuras, el portugués Diego Veloso, aparecen en la capital de Camboya, Chordemuco, sirviendo al rey Prauncar Langara. Y se sabe porque el monarca, viendo el peligro que se cernía sobre su reino, con el beligerante rey de Siam amenazando con la invasión, mandó a Veloso a pedir ayuda a las Filipinas, ofreciendo, a cambio de la ayuda, su conversión y su vasallaje al rey español. Blas Ruiz se quedó en Camboya.

Pero, mientras Veloso emprendía la misión, el rey de Siam invadía Camboya con 800.000 hombres y numerosos elefantes. Haciendo prisionero al soldado español. También apresó a Veloso, cuando regresó de Manila. Ambos consiguieron escapar: el portugués convenciendo al monarca de Siam que podía ejercer de embajador ante el gobernador de España, en Filipinas. Y Blas Ruíz, haciéndose con el mando del junco que lo transportaba, de tripulación camboyana y china, y dirigiéndose hacia Manila, donde se reencontró con su compañero Veloso.

Los dos compañeros de andanzas se entrevistaron con el gobernador, Gómez Pérez das Mariñas, al que le hicieron una ambiciosa proposición: conquistar Camboya y apoyar al rey Prauncar. A lo que el gobernador, embarcado en la invasión de Ternate, en las Islas Molucas, renunció, no proporcionando ayuda de ningún tipo, salvo un caballo con esmeraldas y una promesa de armar una expedición al concluir el asunto de Ternate.

Misión: conquistar Camboya

Pero resulta que el gobernador fue asesinado en aquella expedición a las Malucas. ¿Qué pasaría ahora?. El hijo de Mariñas, Luis, sabedor del objetivo marcado por Ruíz y Veloso, armó en 1595 tres naves, al mando de Juan Suárez de Gallinato, con el propósito de conquistar Camboya. Poca tropa para tan alta misión.

En la travesía, la nave comanda por Gallinato se desvió hacia las Malucas. En cambio, las otras dos, con Ruiz y Veloso a bordo, llegaron a su destino. Mientras se daban estos pasos, el poderoso rey de Siam había sentado en el trono de Camboya al hermano de Langara, que tenía un nombre llamativo: Bocatuerta el Traidor.

Ruiz y Velloso, con determinación, lucharon con todas su fuerzas contras las tropas camboyanas, llegando a matar al nuevo rey. Pero, ante el feroz contraataque, tuvieron que retroceder. En aquel momento, Gallinato, que no había cejado en su empeño de prestar auxilio, llegó a Camboya para, primero, mostrar su molestia con los dos aventureros por que no lo habían esperado. Y segundo, para hacer las paces con los camboyanos.

Rescatar al rey en Laos

Ruiz y Veloso, ante el control de la situación en el país y conociendo nuevos detalles sobre el paradero del legítimo rey Prauncar, propusieron dirigirse a Laos, donde estaba prisionero. Pero al llegar a su destino descubrieron que, tras la muerte del monarca, era Prauncar hijo el sucesor al trono de Camboya quien nombró comandantes de su ejército, con el título de “chofas”, a nuestros protagonistas. Poco más o menos que un consejero real de Camboya era español. Y aquellos títulos, además, también incluían propiedades.

Tenían una vida hecha en Camboya, títulos y un prestigio al lado del rey. Y prosiguieron batallando contra los reyezuelos vecinos, ávidos de poder, hasta que encontraron la muerte en una de aquellas escaramuzas.

Aventureros osados que apenas tuvieron relevancia para la corona española ya que conquistar, y después defender, Camboya era tarea arduo complicada. Así que pasaron inadvertidos. Pero, lo cierto y verdad, que Ruiz fue un español más en engrandecer la historia, en poner un grano de arena, en erigirse en protagonista. Miles de españoles se desperdigaron por el mundo buscando fortuna. Uno de ellos fue Blas Ruíz de Hernán González, que soñó con incorporar Camboya al Imperio español.

Magnífica obra de José Ferre Clauzel

Sirva para ilustrar este pequeño artículo homenaje el magnífico cuadro de Jose Ferre Clauzel, donde plasma a la perfección esa lucha de civilizaciones en Camboya. Elefantes y la cruz de borgoña, aventuras por doquier, el mundo sin fronteras y el sol que no se ponía en el imperio español

José Ferre Clauzel

Guerra en Camboya de José Ferre Clauzel