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Luchadora infatigable

Este fin de semana hemos madrugado para seguir por televisión o por los medios digitales la final de un deporte minoritario en nuestro país pero que, gracias a esta joven onubense, llamada Carolina Marín,  se ha puesto de moda: es El badminton.

Las licencias se han multiplicado desde que, el año pasado, Carolina Marín, cosiguió hacerse con el Campeonato mundial de Badminton, un deporte dominado por los paises de oriente y que apenas tenía seguidores en España. Hace unos días revalidó el título, cuestión harto difícil, y consiguió poner de moda a esta disciplina deportiva por toda la geografía española.
Multitud de titulares, entrevistas, calificativos grandiosos, excelencias y elogios para esta joven deportista que se ha alzado, por segunda vez, con ese precisado torneo. Hace poco, un diario deportivo la calificaba de «Luchadora incansable» e indagaba en el secreto de su éxito. Todo es cuestión de cuerpo y mente.
¡Claro que Carolina tiene una fortaleza mental tremenda!, como cualquier deportista de élite competitivo, y la cabeza, en estos casos y sobre todo en los momentos difíciles, tiene que estar bien amueblada y entrenada. Pero para mi, el éxito de Carolina tiene un valor añadido y está en su esfuerzo continuado por seguir adelante, incluso con lesiones. Creer con fuerza, querer mejorar siempre y luchar hasta el final. 

Luchar hasta el final

El año pasado, al conseguir su primer título, Carolina afirmó, en un entrevista, que su entrenador le dijo, antes de la final, que si quería la medalla de oro tenía que luchar hasta el final, y así lo hico. Y nosotros fuimos testigos de su inagotable espíritu batallador y de su incansable esfuerzo.  
 
Pero es que Carolina, y esto también es muy imporante, además de dar la cara por el partido, dispuntando con autoridad y rocosidad los puntos, como una excelente deportista, disfruta compitiendo y jugando al badminton. Como ella misma ha declarado, tras el campeonato: «No fui a defender el título, fui a disfrutar jugando».
 
La hemos visto sufrir, gritar al ganar un punto, levantar un juego, rematar con furia, sentir cada paso, batallar con las lesiones y dar la cara en cada enfrentamiento. Una jabata que sabe lo que hace y cree en sus posibilidades. Vuelvo a insistir: A parte de su fortaleza mental, todo se basa en el esfuerzo, tesón y creer que se puede lograr.
 
Este es mi pequeño homenaje a esta campeona andaluza, natural de Huelva. Por ser ejemplo de valentía, lucha, tesón, entrega, esfuerzo, coraje y disciplina. Por creer en sus posibilidades y descubrirnos a los españoles otro deporte con el que vibrar. Por esa recompensa lograda, por tus metas cumplidas y por las que tienes por cumplir. Para que sigas caminando, luchando y ganando títulos. Seguro que el tiempo y tu esfuerzo te depararán más éxitos y nosotros los disfrutaremos, vibraremos contigo.
Gracias Carolina Marín y ¡enhorabuena!