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No, no voy a escribir un artículo dedicado a la genial Agatha Christie ni a su famoso investigador Hercules Poirot. Tampoco dedicaré estas letras a Sir Arthur Conan Doyle, ni a su magnífico detective Sherlock Holmes. No habrá tiempo para novela negra ni suspense policial alguno. Y por si el título lleva a alguien a engaño, ni mucho menos trataré el tema de investigaciones de accidentes del trabajo o pesquisas similares, eso está en manos de otros profesionales. Y aunque sí tratare de pistas, huellas e indicios, mi detective laboral va por otro derroteros.
Hace unos días me gustó mucho un artículo de La Vanguardia, escrito por Raquel Quelart. Trataba de «COMO ACCEDER A LAS OFERTAS DE TRABAJO OCULTAS» y lo dejo aquí porque me parece muy interesante de leer. Aunque la cuestión principal del artículo, relacionada con que el 80 % de las ofertas no se publican, ya lo he tratado varias veces en este blog, no me deja de llamar la atención ese término de ofertas de trabajo ocultas porque es cierto, aunque existen (como la migas), están escondidas y tenemos que dar con ellas, tenemos que convertirnos en DETECTIVES LABORALES para encontrarlas. Incluso, a veces, tenemos que ser verdadero ARQUEOLOGOS DEL EMPLEO para dar con un puesto de trabajo, para desenterrar el tesoro que buscamos.  Aunque la clave de todo está en la RED DE CONTACTOS O EL NETWORKING, os daré unas recomendaciones sencillas. Coge tu lupa y prepárate para seguir las huellas que te vayas encontrando por el camino:
1.- Mira la prensa todos los días. Por internet es fácil acceder a todos los periódicos diarios para conocer de primera mano noticias de interés, empresas de nueva creación, conferencias, encuentros, ferias de empleo, foros,… Utiliza esa información como un buen investigador, sigue las pesquisas y haz acopio de datos para que puedas llegar a buen puerto. Será de crucial importancia el primer contacto con el terreno, la información total que puedas recopilar; estúdiala bien, será tu fuente de recursos y sucesos. 
2.- Utiliza los contactos para llegar más lejos, para acceder a sitios difíciles. El networking, como he dicho, es crucial para acceder a sitios recónditos, para llegar a los rincones más escondidos, para obtener información privilegiada y dar con la pista definitiva que te conduzca a tu objetivo. Sigue conociendo a gente influyente, construye tu red de contactos y confidentes, acude a eventos y charlas. Alguno de ellos, al conocer tu valía, te ofrecerá una primicia que no podrás rechazar, que tendrá un valor incalculable.  ¡Astucia y determinación!
3.- Las REDES SOCIALES: un filón de información y contactos. Para ser un buen Detective Laboral, tienes que tener presencia en la Red, darte a conocer y usar con frecuencia Linkedin, Twitter o Facebbok. Ofrece la información que tengas y que domines. Primero tienes que dar para después recoger la cosecha. Poco a poco, irás creando lazos importantes y fuertes, bancos de información y contactos que te verán como alguien influyente a quién fichar. Paciente, inteligente, observador, con iniciativa y don de gentes. Un detective que se precie llegará dónde se proponga para dar con su objetivo. ¡Nunca te rindas! ¡Al final conseguirás atrapar a tu presa!
4. Nunca te detengas por nada. Una pista lleva a otra y una pesquisa te conduce a otra más relevante. Nunca te pares. Estudia el terreno, coteja los datos, mira a quién conoces y haz lo posible por contactar con alguien del entorno. Prepara bien tu estrategia, observa los movimientos del mercado, otea el horizonte y los rastros que deja la prensa y tira anzuelos por doquier en las redes sociales por dónde te muevas. Y mientras que haces todo esto, mientras que investigas constantemente en busca de la oferta precisa, sigue formándote, estudiando otras materias que no domines, explotando tus competencias y descubriendo nuevos caminos. ¡No te pares nunca!
Lo dicho, para acceder y averiguar el escondrijo de esas ofertas ocultas, de la enorme cantidad de ofertas escondidas, tienes que ponerte la gabardina y el gorro de detective, coger tu lupa, hacer acopio de recursos, materiales, conocimientos y contactos, y con tu VALENTÍA, BUEN HACER, INTELIGENCIA, PERSEVERANCIA, ASTUCIA, OBSERVACIÓN Y ESFUERZO, seguir las pistas que te conduzcan hasta tu objetivo más preciado: un puesto de trabajo. Así que ¡a por ello!