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Amistad verdadera

En este mundo alocado, donde los secuaces de las cosas sencillas pululan arrastrándose por el barro y cercenando la cordura, hoy vengo a destacar uno de los pilares del ser humano: La amistad. La verdadera amistad se encuentra cuando menos lo esperas y te das cuenta tan sólo en los malos momentos, en esos momentos en los que te crees que estás sólo y aparece una mano amiga para ayudarte a caminar, a levantarte y librar los escollos. Un amigo de verdad soporta contigo los temporales, se alegra de tus triunfos, llora tus desgracias y te dice de corazón lo que está bien o lo que está mal. No te traiciona por la espalda, pone la mano en el fuego por ti y no te deja tirado.

La verdadera amistad no hace falte que la llames pues estará ahí cuando la necesites. Por desgracia, en el camino de la vida, y en la actualidad con más crudeza, ese valor va perdiendo fuelle pues los intereses está antes que la amistad. Se pueden contar con los dedos de una mano y te puedes sentir afortunado si tiene uno o dos amigos verdaderos.

Quiero contaros una historia que me han mandado. Es muy tierna y trata de la amistad, pero también de la bondad, de la entrega y los buenos sentimientos.

 

El dueño de una tienda estaba colocando un anuncio en la puerta que decía:

 

“CACHOROS EN VENTA”

 

Esa clase de anuncios siempre atraen a los niños y pronto apareció en la tienda un niñito preguntando:

 

  • ¿Cúal es el precio de los perritos?

 

El dueño contesto:

 

  • Entre 30 y 50 €

 

El niñito metió la mano en su bolsillo y sacó una monedas.

 

  • Sólo tengo 2,50 €…. ¿pudo verlos?

 

El hombre sonrió y silbó. De la trastienda salió su perra seguida por cinco cachorritos. Uno de los perritos no podía seguir a los demás. El niñito inmediatamente señaló al cachorro rezagado que cojeaba.

 

  • ¿Qué le pasa a ese perrito?-preguntó.

 

El hombre explicó que el perrito nació con una cadera defectuosa y siempre cojeaba. El niño se emocionó y exclamó:

 

  • ¡Ese es el perrito que yo quiero comprar!.

 

Y el hombre replicó:

 

  • No, si tu realmente lo quieres, yo te lo regalo.

 

El niñito se disgustó y, mirando a los ojos del hombre, le dijo:

 

  • No, yo no quiero que usted me lo regale. Vale tanto como los otros cachorros y yo le pagaré el precio completo. De hecho le voy a dar mis 2,50 € ahora y 50 céntimos cada mes hasta que lo haya pagado.

 

El hombre contestó:

 

  • No deberías comprarlo. Él nunca será capaz de correr, saltar y jugar como los otros perritos.

 

El niñito se agachó y levantó su pantalón para mostrar su pierna izquierda inutilizada, soportada por un gran aparato metálico. Miró de nuevo al hombre y le dijo:

 

  • Bueno, yo tampoco puedo correr y el perrito necesita a alguien que lo entienda.

 

Los ojos del hombre se llenaron de lágrimas, sonrió y dijo:

 

  • Hijo, sólo espero que cada uno de estos cachorritos tenga un dueño como tú.

 

“EN LA VIDA NO IMPORTA QUIEN ERES, SINO QUE ALQUIEN TE APRECIE POR LO QUE ERES”.

 

“UN VERDADERO AMIGO ES AQUEL QUE LLEGA CUANDO EL RESTO DEL MUNDO SE HA IDO”.