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Napoléon

Ayer vi el tráiler de la película de Napoleón y no dudo de que será una gran película, protagonizada por un excelente actor (Joaquín Fhoenix) y dirigida por un extraordinario director (Ridley Scott), responsable de otros éxitos cinematográficos como Gladiator, Alien o Blade Runner.

Más allá de lo buena o mala que es la producción, quiero hacer una puntualización ya que está basada en un hombre que surgió de una revolución, que causó más de 41.000 muertos en un años, más que la inquisición española, demonizada por la leyenda negra, que según los estudios y archivos, ejecutó a 5000 personas en 350 años de historia. Una revolución cuyos ideales eran libertad, igualdad y fraternidad, unos ideales falsos pues si todos somos iguales, no seremos libres, y si todos somos libres, no seremos iguales.

Pues bien, ese pequeño corso, con independencia de que fue un genio militar, cuestión innegable, surgió de una sangrienta revolución, que hizo rodar miles de cabezas, y se autoproclamó emperador, o mejor dicho, dictador absolutista (curioso que la revolución surge para levantarse contra el absolutismo), sometiendo a toda Europa a una guerra de dominio, de saqueo constante, devastación y muertes. Millones de militares y civiles muertos. Es España se contabilizó casi 1 millón de víctimas mortales. Una tragedia absoluta, de retroceso y desesperanza.

El cine y la historia de España

No es nada personal, pero el cine ensalza a la figura de Napoleón, el cine extranjero. Como lo han hecho con otros tantos personajes y hechos siniestros. Y la tónica común en estos lances del cine es que España, o no aparece o es denostada, abstraída, silenciada, pisoteada y olvidada. Y ni siquiera nuestra industria del cine llega para salvar los muebles o alabar nuestras grandezas, que fueron muchas, y nuestros héroes.

Hechos como la bomba atómica lanzadas por EEUU en Japón, la invasión inglesa de la India, con su matanzas, la guerra anglo-zulú con sus crueles actos, el supuesto oeste americano donde los indígenas son los malvados y son exterminados por el bien del país, los piratas ingleses y un largo etcétera, una lista de películas donde se vanagloria lo que no debe, se pisotea al pueblo equivocado y siempre es España la mala, la peor, la genocida y la homófoba.

Y lo que es peor, lo que más me duele, es nuestro cine patrio, esa industria totalmente subvencionada que apenas levanta un ápice del suelo, que no genera, que siempre está en polémica (cobrando de los demás) y que menosprecia nuestra historia, es más, la manipula, la cambia y la tergiversa. Y cuando hacen una película histórica da vergüenza verla. Lo último potable fue la serie Isabel, de la TVE. Los demás tienen que aprender de López Linares y sus documentales que, sin apenas financiación ni medios, ha creados verdaderas joyas que se expanden por el mundo; es para estar orgullosos, para sentirnos orgullosos y enseñar lo nuestro. Siempre en defensa de la Hispanidad.

Hechos heroicos, héroes y heroínas españoles

Aún estoy esperando películas sobre Blas de Lezo y su defensa heroica de Cartagena; Bernardo de Gálvez, ese magnífico malagueño del “Yo solo” en la Florida o el también malagueño Luis de Unzaga, fundamentales ambos para la independencia de EEUU. El Gran Capitán, las mujeres que lucharon junto a Hernán Cortes, los héroes de Filipinas, los aventureros que domaron los océanos cuando viajaban en cascarones de madera; María Pita, Gonzalo Guerrero, Churruca, el Real de a 8, Elcano, Pizarro, los Tercios y las encamisadas, la gesta del Glorioso, los dragones de cuera, la monja alférez, Lepanto, Viena, españoles en Camboya o Vietnam, Castelnuovo… Una lista interminable de hechos y personajes que nos dejan sin palabras, que se merecen una película o una serie, que se lo ganaron y que bien merece ser conocidos por todos.

Por curiosidad fue el CID, protagonizada Charlton Heston y Sofía Loren, la única superproducción extranjera que alaba una figura de nuestra historia. Es cierto que Ridley Scott dirigió «1492: La conquista del paraíso» pero dejó mucho que desear. Y si contar lo nuestro, nuestro camino, nuestro pasado, no lo hacen en el extranjero ( pues cuentan lo bueno y callan lo malo, atizando siempre a España), que se levante el cine español y cuente nuestra gran historia, que hagan películas épicas donde cabrá la emoción, la aventura, la pericia, los descubrimientos, la geografía, la ciencia, los inicios, las aguas infinitas, los horizontes desconocidos, los amores imposibles, las defensas heroicas y los valores.

Defendiendo la Hispanidad

Sé que caerán en sacos rotos, que no llegará a ningún sitio, pero he soltado lo que tenía dentro, ya he soltado lastre. Seguro que veré Napoleón, seguro que será una gran producción, pero me da rabia, mucha rabia, no ver más cine que cuenta la historia de España. Y si el cine español calla o se inventa la trama, peor.

Mientras tanto, mientras que llegan esas películas tan deseadas, aquí seguiré escribiendo, en este humilde medio, de nuestra magna historia, defendiendo la Hispanidad como miembro de la “Asociación Cultural Héroes de Cavite y difundiendo la huella española por el mundo.