Diariamente me encuentro con ejemplos reales de proactividad y esfuerzo, de constancia y creatividad por conseguir una meta, un propósito o un sueño. Personas que, por encima de la crisis y de toda fatalidad, se ponen en movimiento, vestidos con el traje de faena, y consiguen darle la vuelta a la tortilla, hacen realidad sus proyectos y disfrutan de lo conseguido. ¿Cómo lo hacen? Muy simple: Esforzándose al máximo por hacer lo imposible.
¿Qué tú no lo ves posible? ¿Qué no te lo crees? Ten en cuenta que lo único imposible es aquello que no intentas así que, si no empiezas por temor a fallar, ya has perdido la batalla. No vivas en el conformismo ni en la comodidad más austera, busca, investiga, conoce y siente ese poder que tienes dentro de ti. Esfuérzate al máximo por llegar y al final llegarás. No esperes, ACTUA y sé paciente porque lo imposible sólo tarda un poco más.
¡Y claro que no es fácil! Nada es fácil. Pero si te preguntas porqué obtienes el mismo resultado de siempre lo mismo te tienes que plantear tomar otros caminos, o hacer algo diferente a lo que venías haciendo. El movimiento se demuestra andando y las quejas constantes, sin acción, no vendrán a solucionarte la vida. Si quieres algo, no tienes más remedio que luchar al máximo por conseguirlo.
Lo mismo tienes que deshacerte de la vaca que lastra tu imaginación, aquella que te apoltrona en el sillón del acomodo. Quítate la venda y contempla el paisaje que tienes ante ti. Aprovecha bien tu potencial y utiliza esa creatividad innata. El que busca, termina encontrando. Y si el camino te parece difícil, lo mismo es que vas en la dirección correcta.
Oportunidades hay, ¡sí que existen! y, si se buscan con tesón, aparecen, incluso a pesar de la crisis. Pero es más cómodo poner la excusa que apasionarnos con nuestro esfuerzo. ¿A qué esperas para dejarte llevar por tu entusiasmo y luchar por tus sueños? Cuando crees que haces lo suficiente o lo necesario, ESFUERZÁTE POR HACER LO IMPOSIBLE o lo inimaginable, es allí donde marcas la diferencia.
Y un ingrediente estrella de este esfuerzo supremo es la proactividad, la constante acción encaminada al progreso, al aprovechamiento de los recursos, de la información, de los contactos, de las circunstancias y el entorno. Aprovecha tus actitudes y aptitudes para ir sembrando, conociendo, aprendiendo y construyendo tu camino. ¡NUNCA TE DETENGAS ANTE NADA! Sigue siempre adelante.
Yo considero a una persona valiente cuando, a pesar de los miedos y los obstáculos, sigue adelante movida por el afán de superación y la ilusión interior. ¡Ese es el espíritu!. Y, como decía Confucio, «cuando el objetivo te parezca difícil no cambies de objetivo, busca un nuevo camino para llegar a él» ¡Nunca te pares!
Invito a mis lectores y seguidores que me cuenten su historia de esfuerzo, de proactividad y energía. Seguro que tienen mucho que contar y que enseñar. ¡Adelante!
buenas tardes un gran articulo gracias JOSE CARLOS MENA SANCHEZ feliz semana un abrazo saludos cordiales
Gracias amigo Isidro. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana
Sobre este tema se me ocurren unos cuantos ejemplos, no mios, sino de la gente con la que trabajo. Imposible me parecía que Vicente con 55 años pudiera hacer algún día una candidatura en Infojobs; imposible me parecía que Oscar consiguiera algo más que un contrato de dos días en una ETT; imposible me parecía que Kevin con 17 años decidiera que no era tan malo estudiar….Ellos no pararon,siguieron un camino no siempre fácil; y si la última vez que vino Vicente a l'ERAF no pidió socorroooo, si hace más de un mes que no veo a Oscar, y si Kevin me llamó para comunicarme que era superfeliz en su nuevo curso de cocina, que puedo añadir !!! Solo una cosa… La felicidad está hecha de los pequeños momentos en los que podemos compartir…
Saludos y felicidades por tu artículo, no es fácil compartir sentimiento, aunque esto pueda hacer que encuentres tu momento de felicidad…
Hola Ana, te agradezco mucho estas aportaciones tan grandes y oportunas. En nuestro trabajo vemos muchas cosas que nos parecen imposibles. Yo tengo un caso de una vecina con 70 años, analfabeta total (sin leer ni escribir) que le regalé un libro de poesía y me prometió que aprendería a leer. Casi 10 años después no sólo leyó el poemario sino que debora libros.
Me alegra que me hayas hecho el comentario y gracias a ti. Un cordial saludo y mis mejores deseos.