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Navidad, dulce navidad

La navidad, esa época del año que en la que todo se suaviza, se matiza, se recuerda, se muda el color y hasta nos sienta bien la sonrisa. Es el momento donde las buenas acciones tienen cabida, donde el abrazo sincero aflora, los hermanos se unen o las asperezas se liman. Navidad, dulce navidad, de pestiños y empanadillas, de aromas de bonanza, de belén, serrín y lentisco, y de villancicos en lontananza. Navidad de nuestros abuelos, de los cariños que se daban, del milagro de compartir y las puertas abiertas de las casas. Navidad, alegre navidad, de ilusiones y estrellas en el cielo, de familia, zambomba y alabanza, de miradas, gestos e intenciones, donde surge la bondad y la esperanza. Navidad, siempre navidad.

Y con el propósito de enmienda renovado y dispuestos a la entrega, en Navidad buscamos siempre la luz en un mar de sinsabores. Y siempre procuramos que reluzcan los valores, aquellos valores fundamentales que aprendimos desde pequeños, pero  ¿Cuántos valores hemos dejado por el camino? a diario, como el agua que se escurre entre las manos, esas piezas esenciales para la convivencia se escabullen, se pierden, se emborronan o se vician, inundadas de basura, mentiras, desprecio y una indiferencia tremenda.

Abstraídos de todo, sumidos en una realidad ficticia y subyugados al dictado de las redes, caminamos perdidos, navegamos sin rumbo, con prisa, pisoteando todo aquello que aprendimos y olvidando, incluso a nuestros seres queridos. Aquellos valores quedaron atrás y todo depende de un foto, una tendencia o una moda efímera. Todo es inútil a lo largo del año, nada nos conmueve, nos lleva a la exclamación o nos produce asombro. Porque parece que esperamos a los últimos día de diciembre para desear paz, amistad, amor, prosperidad, salud y alegría, en una maniobra funambulista que nos fuerza a cambiar el rictus de nuestros actos. Pero ¿qué pasa con el resto del año? ¿Nos olvidamos de todo y volvemos a nuestro mundo artificial, vacío de sentimientos, en el que vagamos abducidos? ¿nos importa algo? Lo cotidiano se vuelve invisible y pasamos de largo de la vida, de nuestra vida, que pasa rápidamente, sin que nos demos cuenta.

Navidad todo el año

¡Claro que es bonito vivir la Navidad!. Sí, la Navidad, nuestra Navidad, esa fiesta en la que se conmemora el nacimiento de Jesús, el que dio su vida por todos, el que realizó el mayor sacrificio posible y el que basó su credo en el amor absoluto, en la entrega a los demás, en la hermandad y en la solidaridad. La Navidad que se celebra en medio mundo, unido por una fe, por una creencia y por una tradición. Yo sí creo en eso, en esta fiesta donde se celebra la Buena Nueva y felicito la navidad por lo mismo, porque está basada en unos pilares fundamentales, en esos valores sencillos y, a la vez, poderosos que nos transmitieron nuestros mayores y nos hacen ser mejores personas. Pero ¿por qué no es Navidad todo el año? ¿por qué nos olvidamos de esos valores, fundamentos o camino una vez que pasa diciembre?

Decía Charles Dickens: «Honraré la Navidad en mi corazón y procuraré conservarla durante todo el año” Pues ese es mi mayor deseo para estas fiestas y para el resto del año. Que la navidad no sea un instante de gozo, que no sea una fecha marcada en rojo en el calendario, que no sea una estación ni una parada, que no sea un suspiro efímero bajo el árbol ni una mirada furtiva al anochecer. Que la navidad no sea solo en diciembre, que se prolongue todo el año, que todo el año sea diciembre y se lleve el corazón en la mano, con humildad, misericordia y esperanza. Debemos comprender el verdadero significado de la Navidad para que perdure, para que siga dando sus frutos, para que se sigan cultivando los valores, para que surjan los deseos y buenas maneras, para que se siga creyendo en el Amor.

 

Os deseo, de todo corazón, un NAVIDAD (y toda una vida) repleta de alegría, entusiasmo, salud, bondad, paz y prosperidad. FELIZ NAVIDAD Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO.

Que el 2023 venga cargado de excelentes deseos, buenos relatos y grandes historias por y para la Hispanidad. 

Y como dice la cantante Rosana en su villancico: «Para que todos los días sean Navidad…»