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Aguantar el temporal y las piedras del camino; aceptar las caídas, aprender de los errores y continuar caminando.

¿Qué significa RESILIENCIA?

Es curioso porque el término resiliencia proviene de la física mecánica y si buscamos su significado en la Real Academia de la Lengua aparece: “Capacidad de un material elástico para absorber y almacenar energía de deformación”. Pero como no estamos hablando de física debemos seguir escudriñando en su significado.

Una segunda acepción, que igualmente recoge la RAE y es la que nos interesa,  se utiliza en el campo de la psicología: “Capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.”

Otros autores mantienen que la resiliencia es la capacidad de los sujetos para sobreponerse a períodos de dolor emocional y situaciones adversas”. Así debemos tener en cuenta que esos periodos dolorosos, esas situaciones adversas, se presentan sin ser llamadas, cuando menos lo esperamos. Es ahí dónde debemos mostrar o desarrollar nuestra resiliencia.

Aguantar el temporal, los avatares del camino y crecer, a pesar de todo lo que nos cae encima; aprender de los errores, aceptarlos y continuar caminando con fortaleza y constancia. Adaptarse a las nuevas circunstancia con flexibilidad y coraje, asumir el reto y calzarte esos nuevo zapatos. Eso es tener resiliencia óptima.[bctt tweet=»Caerse está permitido, levantarse es obligatorio»]

Afrontar el sufrimiento

Victor Frank, psiquiatra austriaco que estuvo 3 años presos en campos de concentración nazis, mantenía que “si no está en tus manos cambiar una situación que te produce dolor, siempre podrás escoger la actitud con la que afrontes el sufrimiento”. Efectivamente, todo está en la actitud.

Al no poder manejar el orden de los elementos, hay muchas cosas que se nos escapan de las manos y, por descontado, vamos a recibir raciones de dolor sobrevenido, desgracias y golpes inesperados que nos harán caer. O nos adaptamos a esa nueva situación o nos quedamos en el sitio para siempre.

Muchas veces, esos momentos duros te hacen crecer y ver otra salida. Aunque te vistas de llanto y el lamento llame a tu puerta, al final tienes que soltar el lastre de la pérdida, aprender del entorno, afrontar ese destino y seguir adelante, a pesar de toda la porquería que se te venga encima. Con actitud valiente podrás hacerlo.

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[bctt tweet=»¡Ten una actitud valiente para afrontar el sufrimiento!»]

Adaptarse al camino

Con una resiliencia óptima tendrás la madurez suficiente para afrontar ese sufrimiento que te ha llegado, porque tú siempre tienes la decisión. Si ves oportunidades en las desgracias, el cielo azul tras el temporal, dejarás de llorar y saldrás victorioso del trance, cogerás las piedras de tu camino y construirás un castillo imponente.

Tener una resiliencia bien desarrollada implica, muchas veces, que el ser humano se rehaga de sus caídas, se amolde con facilidad a esa nueva situación y, con un tremendo esfuerzo, continúe caminando, aún sin poder caminar. Superación, entrega y creer que se puede con todas sus fuerzas. «Querer es poder».

El dolor es sal que te encuentras en el sendero. Hay personas que ni la aprecian y otras se ven afectadas por su sabor para el resto de sus vidas. Las quejas constantes te deñan el alma y el ánimo, entorpeciendo tur progreso y enmascarando tus sentimientos. Afronta y acepta el reto, la sal siempre estará, todo dependerá de la cantidad de agua en la que se disuelva.

Así que tú eliges qué actitud tomar ante la vida, ante los escollos del sendero. El mundo seguirá adelante, contigo o sin ti, así que de ti depende si subirte a él o quedarte apartado de todo, huidizo y sin rumbo en medio de la nada. Desarrolla tu resiliencia y adapta tus pasos al camino que te ha tocado vivir. Con decisión, valor y esfuerzo, podrás conseguir llegar a tu destino.