Un rumbo fijo
“Prefiero no tener pies y saber a dónde voy, que tenerlos y estar perdida” Este es el poderoso titular que me encontré en el periódico “El Diario” y que tanto me impresionó de Sara Andrés.
¿Qué quién es Sara Andrés? Pues otra campeona de la vida que con sentido del humor, grandes dosis de resiliencia y esfuerzo ha superado grandes obstáculos en su vida. Una corredora valiente que no le teme a nada.
La trayectoria de Sara sorprende y acojona a la vez. Es ejemplo de voluntad y superación por lo cuatros costados. Esta jovial profesora de primera, con tal solo 25 años perdió los pies en un accidente. Un golpe tremendo para esta amante del deporte.
Con ayuda profesional, apoyándose en la familia y amigos, y con grandes dosis de humor, Sara superó aquel escollo y se enfrentó a sus miedos con gallardía y empaque. Se repuso y no solo camino de nuevo sino que empezó a correr hasta llegar a ser atleta paralímpica en Río de Janeiro.
Que nunca falte el buen humor
Pero la vida le tenía preparadas más sorpresas desagradables: un cáncer de tiroides y otro de piel. Demasiadas batallas que librar, demasiadas cicatrices en la piel de la existencia. Una pista donde correr y un rumor cotidiano, como una espada de Damocles, sobre tus pasos. Pero Sara no se rinde, jamás se rinde y nada de eso la frenó, ninguna piedra la frena.
Superó la tormenta y siguió corriendo para ganar dos medallas de bronce en el Campeonato del Mundo de Atletismo paralímpico de Londres 2017 (200 y 400 m). Llanto, emoción y satisfacción por lo logros, por las heridas y por la espera. Velocidad de crucero que lleva a gala sobre unas prótesis que enseña con orgullo en cualquier charla o encuentro. Como suele decir: “Las enseña porque le gustan y para que la gente vea que es algo normal”
Supercapacidades
Además de profesora y atleta, es escritora pues es autora e ilustradora del cuento “Sabas quién soy”. En el libro hay cinco personajes con discapacidades que al final son supercapacidades ya que hacen infinidad de cosas, superan retos y problemas. Todo con superación, esfuerzo y entusiasmo.
Y siempre con retos (como el mundial de Dubai o Tokio 2020), con carreras, con ilusiones y con ganas de reír. Competir, caminar hacia una dirección, disfrutar de la familia como un pilar fundamental y vivir, sobre todo vivir
Sara Andrés, una entusiasta de la vida, una deportista de élite, una maestra entregada, una velocista del camino, una valiente heroína. Porque si se quiere, se puede, aunque no tengas piernas o brazos o vista. Es preferible no tenerlos y conocer el rumbo, que tenerlos y perderte en la jungla.
¡¡Nunca dejes de caminar hacia tu destino! Y pon algo de humor en tu vida
Hola José Carlos,
Madre mía… Es impresionante.
El relato me ha llegado al corazón… de verdad…
Sara, una gran mujer!
Muy potente y poderosa la frase:
«Nunca dejes de caminar hacia tu destino.»
Un gran abrazo.
Pues sí, la historia de Sara es impresionante. Un ejemplo de que con entusiasmo, voluntad y el apoyo de la familia, toda tormenta se supera. Siempre caminando amiga.
Un fuerte abrazo
Hola Jose Carlos,
Increíble la historia de Sara y su resiliencia.
Tan joven y con un rumbo tan claro.
Soy de las que piensa que las piedras del camino son las que nos hacen ver adentro y, si estamos por la labor, sacar esa fuerza interna que todos tenemos.
Un abrazo, gracias por compartir
Pues sí, igualmente pienso. Esas piedras del camino te dan fortaleza, te hacen crecer. Jamás debemos darnos por vencidos. Me alegro que te haya gustado.
Un abrazo Esther
Estas historias, te hacen ver la vida, de distinto color…cuanto coraje, y arraigo a la vida, toda una campeona!!!
Gran articulo amigo mio….
Gracias por ese afán de animar siempre!!!
La vida no se detiene, sigue siempre y nosotros debemos estar dispuesto a montarnos en ella, con nuestras piedras y circunstancias. Con entusiasmo, con alegría, con ganas de vivir.. Un abrazo amiga