Sorpresas de la Vida
Cuesta mucho arrancar, desperezar nuestro miedos y dar esos primeros pasos hacia el amanecer, y más cuando comienza la semana, con un largo puenta a nuestras espaldas. Cuesta mucho desentenderse de la negatividad, del poder oscuro que nos acongoja y de las pesadas piedras que solemos encontrar. Cuesta demasiado centrarnos en la vida y disfrutar de ella, con sus pequeños y necesarios detalles, pero no queda más remedio si queremos salir ilesos, si queremos tener un mínimo de ilusión y saborear con intensidad cada bocado.
Y para arracar bien el lunes quiero dejaros una la historia con sorpresa que me contó ayer un amigo. No hay nada mejor que empezar la jornada con una sonrisa que relaje las tensiones y mejore el ánimo. Una carcajada que destense el clima y recuerdes lo bello del camino, que merece la pena luchar por conseguir tus objetivos. ¡Ánimo, adelante! La vida te reserva alguna que otra sorpresa.
Baile de Disfraces
Una pareja de casados estaba invitada a una fiesta de disfraces, pero a ella le dolía muchísimo la cabeza y le dijo al marido que fuera a la fiesta solo.
Él protestó, pero ella dijo que iba a tomarse una aspirina y a acostarse, que no había necesidad de que él se quedara en casa incumpliendo la invitación. Así que el marido se puso el disfraz y se fue. La mujer después de dormir una hora, se despertó bien, sin dolor, y como era temprano decidió ir a la fiesta.
Cómo el marido no sabía cuál era su disfraz, ella pensó que sería divertido observar cómo actuaba cuando estaba solo. Llegó a la fiesta y enseguida vio al marido bailando con toda chica con la que se cruzaba, tocando un poco por acá y tirando besitos por allá. La mujer se le acercó y empezó a seducirlo. Él dejó a la mujer con quien estaba y se dedicó a la recién llegada (su mujer). Ella lo dejó avanzar todo lo que él quiso.
En un momento él le susurró una proposición al oído y ella aceptó. Salieron, entraron en uno de los coches aparcados y tuvieron sexo de todas las maneras y posiciones.
Antes de desenmascararse, a media noche, ella se escabulló, fue a su casa, se quitó el disfraz y se metió en la cama, preguntándose qué clase de explicaciones le iba a dar su marido.
Cuando él entró, ella estaba sentada en la cama leyendo.
-Le preguntó….¿cómo fue?
-Bueno, lo de siempre, ya sabes que no lo paso bien cuando no estoy contigo.
– ¿Bailaste mucho?
– Ni una sola pieza. Cuando llegué me encontré con Pedro, Guillermo yotros,… así que nos fuimos a la biblioteca y jugamos póquer toda la noche….¡¡¡ Lo que no vas a creer es lo que le pasó al tipo al que le presté mi disfraz!!!
Muy bueno. No sólo la vida te da sorpresas, sino que además, nada es lo que parece. Estupenda historia. Un abrazo.
Pues sí, nada es lo que parece amigo mío y a las primeras de cambio nos podemos llevar una sorpresa. Me alegro que te haya gustado. Un abrazo
Hola José Carlos,
Upss, menuda historia.
Una sorpresa inesperada.
Un abrazo.
jajaja. La verdad que es una sorpresa que se lleva. Para poner una sonrisa. Gracias por todo. Un abrazo amiga
¡muy bueno!
Gracias amiga Marta, me alegro que te haya gustado. Un abrazo