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Lo que le debe EEUU a España

Hace poco escribí un artículo titulado Lo que le debe EEUU a España, en relación con todo lo aportado por la monarquía hispánica, en el siglo XVIII para que las trece colonias se independizaran de Inglaterra. Hombres, pertrechos, logística, pólvora, material, cañones y una serie de maniobras, militares y diplomáticas, para que se consiguiera aquel propósito.

Es mucho más de lo que se habla, de lo que trasciende. Cierto es que muchas personas participaron de aquellos hechos y pocas son las que se conocen. Poco a poco van saliendo a la luz protagonistas de aquellos hechos que bien merecen homenajes, libros o películas. O quizás un reconocimiento oficial por parte del Gobierno norteamericano, acostumbrado a olvidar esa ayuda y a menospreciar a sus aliados de antaño.

En la actualidad, y por méritos propios, se conocen las hazañas y logros del malagueño Bernardo de Gálvez y su, ya histórico, “yo solo”. Su inestimable ayuda para afianzar las posesiones de La Florida y sus maniobras militares para atenazar al ejercito británico en la frontera fluvial del Mississippi. Fama que ha subido como la espuma, quizás de manera desmedida, tal y como explica el coronel y doctor de la Universidad de Málaga Pedro Pérez Frías.

Luis de Unzaga y Amézaga

Pero, sin desmerecer a nadie, se olvidan de otros que también participaron y dejaron su impronta. Algunos más importante, si cabe. Se me vienen a la cabeza nombres como Gardoqui o Juan de Miralles, entre otros, pero el verdadero protagonista, el cerebro fundamental que coordinó las ayudas desde España y Francia, para que pudieran nacer  los Estados Americanos fue Luis de Unzaga y Amézaga. Es el verdadero olvidado, el que se merece cientos de homenajes, retratos en el capitolio y llenar las salas de cine. Hoy, con este artículo quiero hacerle un homenaje y procurar que se difunda su figura y su nombre, para que no caiga en el olvido y se le de su verdadero sitio en la historia.

Don Luis de Unzaga nació en Málaga, tierra muy prolífica en grandes personajes, el 6 de abril de 1717, en el seno de una familia ilustre. Y pronto se destacó como militar pues con 13 años ingresó como cadete en el ejército y no dudó en participar en varias campañas, como la reconquista de Orán y algunas en Italia. En 1740 partió desde Guipúzcoa a América y combatió con tres fragatas de la compañía Guipuzcoana, enfrentándose a dos navíos ingleses. Gallardía, valor y una hoja de servicio de lo que sería un excelente militar, que no se arredraban ante el peligro.

Y cuando desembarcó en Cuba siguió contribuyendo para afianzar las tierras españolas de ultramar. Constituyó el Regimiento fijo de la Habana, reorganizando las tropas supervivientes. Y estando en la ciudad caribeña fue nombrado teniente de guerra de Baracoa en 1744 y capitán de Puerto Príncipe en 1747 (con 30 años), donde reconstruyó la iglesia de la Merced. Eran épocas convulsas donde los ingleses podían atacar en cualquier momento, destruyendo pueblos y matando a sus gentes.

Un hombre ilustrado

En atención a los méritos que fue cosechando, con tesón y valentía, fue elevado a comandante en 1753 en ese mismo Regimiento. Y sin pensarlo, se lanzó a reformar la caballería. Siempre estaba pensando en cómo mejorar las condiciones del ejército y de los habitantes de aquellos lugares.

Sufrió el asedio inglés de La Habana, uno más de muchos, en 1762, defendiendo la plaza con inteligencia y furor. En esas condiciones conoció a los irlandeses Alejandro O´Reilly y Oliver Pollock, con los que trabó una buena amistad, y con los que emprendió la aventura de socorrer las guarniciones españolas. Pero no contento con defender con valor el pabellón español, se preocupó del bienestar de los soldados y de sus salarios, y así realizó una magnífica gestión para procurar aquel fin y que las tropas del Regimiento de Santiago de Cuba cobrasen. Aquella cuestión le valió el ascenso a coronel en 1766.

Con sus amigos irlandeses, pasó de Cuba al continente, concretamente a Luisiana, en 1769, para restablecer el gobierno español en la zona tras la expulsión de Ulloa en la Revolución. Allí, en 1770, consiguió ser nombrado gobernador, pero tuvo que luchar contra los recelos de la población, de tradición francesa, que no se fiaba de la administración española. Pronto se rebeló un gran estadista y gobernante en Don Luis, pues acometió reformas importantes y supo gestionar con agilidad el gran incendio que sufrió Nueva Orleans, dando pautas para la seguridad e involucrando a todo el mundo en la misión de apagar el fuego.

Le Conciliateur

A pesar de aquel recelo inicial de la población de Luisiana, al poco de llegar, los franceses bautizaron a Don Luis de Unzaga “Le Conciliateur”, El Conciliador, pues siempre medió entre los intereses españoles y franceses, entre otras cosas. Fue un pensador ilustrado, abierto de miras, que ordenó estudios agrónomos para incentivar la productividad agrícola y entregó parcelas a nuevos colonos, sin importarle su procedencia ni creencias. Creía en la libertad, la igualdad y la felicidad de las personas.

En 3 de mayo de 1770, siendo presidente del Cabildo de Nueva Orleans, abolió el código jurídico anterior y promulgó un código normativo y jurídico, su Código, por el que regiría muchos juicios y decisiones y por el que reformó la administración de justicia, poniendo en marcha leyes para que los juicios fueran más justos. Absolvió a esclavos, mujeres repudiadas y personas discriminadas por sus ideas o creencias (masones).

Además, y está demostrado, fue abolicionista y liberó a personas de origen africano de condenas injustas, solicitando para ello al rey, el alivio de las condiciones laborales en las plantaciones. En 1770 abolió la regulación para adquirir esclavos, consiguiendo liberar a muchos de ellos. y luchó contra el mercado de esclavos, antes incluso de la abolición de la esclavitud. Con respecto a su código, aún hoy, en ciertas ocasiones, en aquellos lugares, se recuerda el Código de Unzaga.

Primer sistema educativo bilingüe del mundo

Luis de Unzaga, Le Conciliateur, siempre aplicó políticas amistosas con los nativos, relaciones de paz y concordia, procurando que la economía de Luisiana prosperase. Cosa que logró con creces gracias a que permitió el libre comercio por el largo ancho del Mississippi. Ya en 1771, como gobernador y adelantado a su tiempo, creó el primer sistema educativo público bilingüe del mundo, en español y francés. Pionero y precursor en aquellos lares. Un pionero y un visionario español en el nacimiento de los EEUU.

En 1775, para culminar aquella mezcolanza, contrajo matrimonio con la hija mayor del rico hacendado Gilbert de Saint Maxent, que supuso una mejora de las relaciones con los comerciantes franceses. Su suegro poseía una gran extensión de territorio, parte de los cuales son ahora propiedad de la Nasa, en Luisiana.

La primera red de espías

Y en estos momentos, donde Don Luis de Unzaga gobernaba Luisiana, un amplio contingente británico desembarcó en las Trece Colonias para reprimir las diferentes sublevaciones por la abusiva subida de impuestos. Y Don Luis, con la determinación que le caracterizaba, decidió apoyar secretamente a los norteamericanos para conseguir su independencia. Y para ello, poco antes de la Masacre de Boston, empezó a trazar una red de espías para informarse de los sucesos que iban aconteciendo. Se puede afirmar que fue la primera organización de espías, la pionera, incluso en la CIA se le menciona como tal, teniendo en consideración a Don Luis de Unzaga.

Ante la guerra, siendo consciente de la debilidad de Luisiana y la dificultad para recibir ayuda de la península, optó por reorganizar sus posiciones estratégicas, formando a sus milicias y subdividiendo la provincia para crear fuertes y posiciones avanzadas para intercambiar información y suministros. Y, poco a poco, fue afianzando la red de espías en la que participaron agentes militares, comerciantes, amerindios e incluso miembros del clero. Además, contó con el especialista en espionaje Estachería que luego, como director de la Academia Militar, formaría al futuro cuñado de Unzaga, Bernardo de Gálvez.

Ayuda continua a las 13 colonias

Don Luis de Unzaga, en 1776, fue pionero en atender las peticiones de ayuda del ejército continental norteamericano, dando refugio a varios buques perseguidos por los ingleses y ofreciendo suministros al Comité Secreto vía Pollock-Gibson. También respondió a las peticiones del general Lee y a las de Patrick Henry (padre fundador de EEUU). Y construyendo esos lazos y atendiendo las ayudas, consiguió las primeras ayudas a los colonos a través del Mississippi y el Ohio hasta Fort Pitt (bajo bandera española). Maniobras para engañar al inglés, movimientos de espías, armas desmontadas hasta las Islas Trinidad y Margarita para evita ser interceptadas; cargamento de pólvora, mantas, medicina y materiales por el río y una ayuda considerable y fundamental. Todo llegó en condiciones, a través Diego Gardoqui, y esto permitió que Washington consiguiera sus primeras victorias.

En 1776, aparece Bernardo de Gálvez para relevar a Don Luis en el gobierno de extensa provincia de la Luisiana española. Precisamente Unzaga pidió ser relevado porque tenía una pequeña afección ocular y esperaba el nacimiento de su segundo hijo. Pero el rey, además, tenía otra misión para él. Su paisano Bernardo, era 31 años más joven que Unzaga. Éste acompañó a Bernardo durante varios meses poniéndolo al día sobre todos los asuntos y Gálvez supo mantener la economía prospera que se encontró. Las casualidades de la vida llevaron a que Bernardo de Gálvez se convirtiera en su cuñado puesto que se desposó con Felicité Saint Maxent, hermana de Isabel, esposa de Don Luis.

Un adelantado a su tiempo

Y en 1777, con la encomienda del Rey de crear la Capitanía General de Venezuela, llega a Caracas para convertirse en el primer capitán general de la región. Don Luis se mantuvo contrario a los monopolios pues arruinaban a los pequeños productores y tuvo que hacer frente a varias sublevaciones. Creó las dos primeras escuelas públicas de Venezuela, presidió la junta que examinara a los primeros farmacéuticos y supervisó la defensa de Caracas, evitando avituallamientos ingleses y favoreciendo a las 13 colonias americanas. Y permitió que embarcaciones norteamericanas practicaran el libre comercio con Venezuela. Lo dicho, adelantado a su tiempo, creyente de la libertad.

Desde la Capitanía general de Venezuela siguió coordinando el envío de ayuda y material a las 13 colonias, todo facilitado por su red familia, incluyendo a sus primos el Marqués D´Amezaga desde París y a la familia Gardoqui desde Bilbao. Y desde allí creó su plan de defensa en 1777-1779.

En 1782 fue nombrado capitán general de Cuba y este hecho fue clave pues desde aquella posición privilegiada, desde La Habana, y en coordinación con el ejército de operaciones, dirigido por el mencionado Ezpeleta y luego Gálvez, siguió gestionando los esfuerzos para enviar ayuda a favor de los EEUU (material y militar). Washington y Robert Morris se carteaban con él, para pedirle que liberara el comercio. Y gracias a su intermediación, con unas letras del banquero Le Couteulx, se pudo pagar al ejército continental, evitando así la rebelión y el desastre.

Dotes diplomáticas y fin de la guerra

Y en aquel panorama, entre el fin de la guerra y la firma del Tratado de Paz de Paris el 3 de noviembre de 1783, Luis y su esposa Isabel, con dotes conciliadoras y diplomáticas, se entrevistaron en la Habana con el príncipe Guillermo de Inglaterra (futuro Guillermo IV), lo que sirvió para canjear prisioneros y anunciar el pacto de Paz, en el que se intercambió Bahamas por La Florida. En aquel momento Unzaga ordenó al embajador español que comunicase el fin de la guerra en EEUU.

Gobernador civil y político, militar, excelente gestor, precursor de espías, ilustrado, pensador e impulsor de la actual EEUU. Dicen que fue el primero en utilizar el nombre “Los Estados Unidos de América” pues así se lo dijo a Washington en una de sus cartas – 1776 (Estados Unidos Americanos). Este hecho fue descubierto recientemente por dos profesores malagueños: Frank Cazorla y Rosa García Baena, al encontrar una serie de cartas inéditas donde aparece este hecho. Se sabe que Don Luis fue uno de los gobernantes en las sombras de la nueva nación, cuando ésta consiguió su independencia, justo antes de elegirse a Washington como su primer presidente.

Luis de Unzaga Historical Society

Fue crucial e importante la ayuda de Luis de Unzaga en la Guerra de la Independencia americana, y no solo de Don Luis sino de su red familiar: los Unzaga-Amézaga-Gardoqui-Saint Maxent-Gálvez y sus respectivos contactos, todo un equipo de élite para ser los primeros en ayudar y organizar esa ayuda hacia los nuevos Estados Americanos, incluso desde Francia. Y así lo atestigua el profesor Cazorla en su libro “El Gobernador Luis de Unzaga”. El gobernador malagueño, además, coordinó la ayuda secreta, a través de los espías, para que se lograra el nacimiento de los EEUU. Aquella red se pudo llevar a cabo, reafirmando lo dicho anteriormente, a través de una empresa familiar franco-española, fundada por Don Luis y su suegro.

Frank Cazorla coordina y preside la “Luis de Unzaga Historical Society”, que trata de conseguir, sin ánimo de lucro, el reconocimiento a la ayuda española en el nacimiento de los EEUU. Está costando mucho conseguirlo, no se sabe el porqué. Quizás porque ayudó a masones y se llevaba bien con todo el mundo, siendo fervientemente católico. Quizás porque ha sido eclipsado por la figura de Bernardo de Gálvez, cuando realmente don Luis llegó primero y allanó el camino. Lo cierto es que su figura no es reconocida ni en EEUU ni en España. Pocos libros hay, y los que se escriben cuestan un mundo que vean la luz, por las zancadillas y empujones. Pero no nos vamos a conformar pues usaremos todos los medios para que se sepa su magna historia. Por que es uno de los grandes, un ilustrado pensador, defensor de la libertad y español: Don Luis de Unzaga y Amézaga.

Os invito a descubrir a Don Luis de Unzaga, a perderse en su historia, a compartirla, a leer el legado que nos dejó. Es imprescindible el libro de Frank Cazorla para que llegue lejos esa historia y para que pueda publicar su impresionante libro pues solo ha podido sacar a la luz un resumen. Merecerá la pena.

Fuente:

Cazorla Granados, Frank, García Baena, Rosa M. y Polo Rubio, J. David (2019): El gobernador Luis de Unzaga (1717-1793) Precursor en el nacimiento de EEUU y en el liberalismo. Fundación Málaga. ISBN 978-84-09-1241-07 Fundación Málaga_Libro

Os dejo unos enlaces para ampliar información:

Os dejo, también, algunos videos importantes. Pues ahora se está reescribiendo la historia. Los españoles fueron los primeros que iniciaron la ayuda la nacimiento de los EEUU y no los franceses, como se ha venido contando.